Setareh Makinejad
10/2/06
Cuando estaba en la escuela primaria, tenía muchas amigas pero una de ellas era mi mejor amiga. Su nombre era Nora. Ella era bonita con grandes ojos ámbar y el cabello marrón. Nos encontramos en el quinto grado. Al principio, no me gustó ella mucho pero después de unas semanas, nuestra amistad empezó a crecer, y al final de dos meses, éramos mejores amigas una de la otra.
Nora era una estudiante muy buena e inteligente que siempre conseguía las buenas notas en la clase. Su padre era un profesor de matemáticas en una de las escuelas secundarias en Teherán. Era siempre muy serio, y de niña tenía miedo de él. Su madre no trabajaba, y pasaba su tiempo jugando el tenis, almorzando con sus amigas, y preparando la comida para su familia. Nora tenía sólo un hermano, llamado Nader, quién era 4 años más joven que ella. Nosotros participábamos juntos en muchas actividades en la escuela como fútbol, béisbol, música y teatro. Los fines de semana, nos gustaba ir al cine y a las fiestas, y jugar con el resto de nuestros amigos en la calle.
Nuestra amistad fue interrumpida cuando comenzamos la escuela secundaria porque nuestras escuelas eran diferentes y en partes diferentes de la ciudad. No nos podíamos ver la una de la otra tan a menudo como antes, y gradualmente nuestra amistad se hizo más débil. Sin embargo, nunca la olvidé y pensé en ella a menudo, y quería muchísimo verla otra vez.
Mi deseo se hizo una realidad un verano en Chicago cuando la vi en un restaurante. Ambas estuvimos tan sorprendidas y emocionadas. Hablamos toda la noche de nuestra escuela primaria y nuestros profesores y amigos. En general pasábamos un momento muy bueno hablando del pasado.
El día siguiente, Nora me llamó en el hotel y nos encontramos otra vez para desayunar. Tuvimos que dejar Chicago para Ann Arbor esa tarde, por eso, nos despedimos y prometimos escribirnos pronto.
Hace veinte años que vi a Nora en Chicago. Desde entonces, hemos estado hablando una vez al mes por teléfono, y el verano próximo, mi familia y yo iremos a visitarla en Hawai donde ella vive con su marido y sus dos hijos.
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