“Don Payasito”

2/12/2006

El cuento “Don Payasito” es escrito por Ana Maria Matute de España sobre las aventuras de dos hermanos jóvenes y la amistad entre ellos y un viejo hombre. Es un cuento muy lindo y sentimental. Es una historia que ocurrió en el pasado en un sitio verosímil. El lenguaje de este cuento es típico de la región (España) y usa palabras que son muy comunes en las conversaciones cotidianas. Hay ejemplos de argot y de lenguaje convencional. Hay muchas descripciones de los personajes, y también hay mucho diálogo entre ellos. Hay un personaje que habla en verso. El tono del texto es subjetivo y cómico que evoca una reacción emocional en el lector. Voy a discutir eso más tarde. Los personajes de este cuento son dos hermanos, su abuelo, Lucas de la Pedrería y Don Payasito. Todos los acontecimientos toman lugar en la finca del abuelo en España y en el bosque y la colina cerca de la finca.



No hay muchas descripciones del abuelo pero es evidente que era rico y tenía gran cariño por Lucas de la Pedrería, el más viejo de sus jornaleros, y también contaba cosas suyas de hacía tiempo. Él dijo a sus nietos que Lucas de la Pedrería corrió mucho mundo y se arruinó siempre y estuvo en las islas de Java.
Los nietos eran dos hermanos jóvenes, uno tenía 8 años y el otro era un poco mayor y más valiente y atrevido. Ellos tenían una especie de amor, admiración y temor por Lucas y su amigo secreto, don Payasito. Ellos eran muchachos felices, activos, venturosos, cariñosos e inocentes que estaban interesados en el ser más extraordinario de la tierra, Lucas de la Pedrería.

Lucas de la Pedrería era un jornalero viejo que habitaba la última de las barracas de la finca del abuelo. Vivía solo y cocinaba para él mismo. Tenia cabello blanco que la caía en mechones sobre la frente. Era menudo, encorvado, con un dedo retorcido, y hablaba casi siempre en versos que se fascinaban a los niños. Siempre sacaba con el cuento de los pescadores de la isla de Java. Don Payasito era el amigo secreto de Lucas (como los niños pensaban). Él siempre aparecía por la cuestecilla (en el bosque cerca de la finca) envuelto en una capa roja con soles amarillos, llevando un alto sombrero azul y un cabello de estopa. Tenía una hermosa cara blanca y con la diestra se apoyaba en un largo bastón rematado por flores de papel, y en la mano libre, llevaba unos cascabeles dorados que hacía sonar.

Lucas de la Pedrería era el personaje favorito de los niños. Ellos le visitaban a su casita cuando que podían porque nadie se habló nunca de las cosas que él se hablaba. Ante todo, Lucas se sentaba y se pedía las manos para adivinar su futuro porque era un adivino, y los niños le escuchaban en silencio como si todo lo que él decía era cierto. Después Lucas siempre sacaba a cuento los pescadores de la isla de Java. Pero, los niños le interrumpían y decían que ellos querían ver a don Payasito. Entonces Lucas los animaría a correr rápido para encontrar a don Payasito. Los muchachos corrían hacia la cueva de don Payasito, sentando y esperando por su llegada. A poco rato, él aparecía por la colina y entraba la cueva. Los niños le seguían. Después, ellos le daban las pecadoras monedas (el dinero del abuelo!) y don Payasito comenzaba a tocar su acordeón, cantar sus canciones favoritos, y mientras había dinero, había bailes y canciones. Cuando el dinero se acababa, don Payasito se echaba en el suelo y fingía dormir y les pedía a salir. Un día, los hermanos, visitando la casa de Lucas, no pudieron encontrarlo cuando le llamaron. Por eso, entraron la casa y descubrieron el cuerpo de Lucas en su cama. Entonces, ellos empezaron a curiosear y encontraron un viejo baúl negro que contenía el traje de don Payasito y las monedas. Ellos se daban cuenta de la muerte de su amigo y rompieron a llorar y corriendo al campo, gritando la muerte de don Payasito, pero nadie sabía qué dijeron y por quién lloraron.

Este cuento me parece muy interesante. Puedo creer la existencia de un hombre como Lucas con talentos escondidos como un payasito quien tenía una relación especial y cariñosa con unos niños. A veces, es más fácil para algunos viejos a entablar relaciones con los niños porque ellos son más imparciales y les creen más y no ríen con ellos, y aceptan sus características extrañas por sus inocencias. Y también, los niños pueden entablar una relación cariñosa con un viejo si el viejo es un personaje interesante y simpático con muchos a contar. Ellos pueden estar fascinados por los adultos que son interesantes, fidedignos, y cariñosos. Yo también tenía una relación especial con un criado de mis abuelos cuando era niña. Pensaba que él era muy valiente y misterioso, y mi hermano mayor y yo pasábamos mucho tiempo con él cuando visitábamos a mis abuelos en la ciudad de Arak en Iran. Era mi personaje favorito en esa casa.